Sistema Unico de Boleto Electrónico (S.U.B.E.)


El plan de tarjetas electrónicas para transporte urbano –denominado SUBE, por las siglas de Sistema Unico de Boleto Electrónico- fue presentado a principios de febrero de 2009. Por ese entonces, la presidenta Cristina Kirchner afirmaba que el plan iba a estar funcionando en “90 días” y que tendría un costo cercano a los 200 millones de pesos.



En Noviembre de 2009, es decir nueve meses después, y tras sucesivos anuncios que volvieron a quedar en la nada, el sistema sigue sin existir, al menos en la forma en la que está planeado. Se repartieron más de 300 mil tarjetas, pero una gran parte –cerca del 70%- está en desuso: sólo funcionan en unas pocas líneas de colectivos, en los trenes Urquiza y Belgrano Norte, y en las líneas de subte (donde, en realidad, coexiste con el sistema Monedero, de mayor antigüedad).

Según el actual secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, en declaraciones a Clarín, el sistema terminaría de implementarse recién “en julio de 2010”. Una fecha lejana y que tampoco da ninguna seguridad de cumplimiento.



Mientras tanto, los problemas por la falta de monedas, que se traducen sobre todo en tiempo perdido (colas en bancos para conseguirlas) o en dinero gastado (compras innecesarias en kioscos o pago de comisión para comprarlas en el mercado negro) continúan.


Hoy, aquel anuncio de la presidenta y sus "90 días" para implementarse en la totalidad de los colectivos urbanos de Capital Federal y Gran Buenos Aires, sigue siendo solo un lejano recuerdo y una Promesa incumplida más.
De las 213 líneas que circulan por la Ciudad Autónoma, el 93% de los coches tiene la máquina instalada y lista para funcionar, pero solo el 24% las tiene en funcionamiento, según el sitio www.xcolectivo.com.ar.
Pero si incluímos las líneas que circulan por el Gran Buenos Aires, los porcentajes pasan a ser 57% y solo el 5% funciona.


10.02.2011
En cuanto a mi experiencia personal, al consultar a varios choferes amigos de una de las líneas que más utilizo (la Línea 71 y la Línea 19), que tiene las máquinas instaladas y prendidas, pero no en funcionamiento desde Junio del 2010, fueron varios los que me respondieron que no las van a habilitar, porque cuando lo hagan van a subir el boleto, porque se cortan los subsidios. Que van a esperar para después de las vacaciones.
Uno mucho más verborrájico que el resto, me agregó que si no hay ningún problema de inseguridad con algún colectivero (recordemos que en los últimos meses, les amputaron un dedo a 3 choferes, para robarle la máquina con las monedas), "no va a pasar nada, nos van a seguir cortando dedos, mientras estos siguen robando con la mano entera" (sic).
Ee la Línea 184, al consultar sobre la posibilidad de pagar con la tarjeta, me dijeron que no las iban a instalar siquiera. (esto me lo dijo un chofer).

25.02.2011
Hoy, hay que decirlo y festejarlo, a 695 (1 año y más de 10 meses) despúes de los famosos "90 días" para que el sistema entre en pleno funcionamiento, las benditas maquinitas entraron en funcionamiento en la línea 71, al menos.
Teniéndo la salvedad, que al pagar por éste sistema, no te dan boletos, lo que ante un accidente, no queda constancia que vos estabas en el colectivo, y tampoco se puede justificar como viático, si así lo podes hacer ante tu empresa, el sistema funciona.
Eso sí, según los mismos choferes, solo en el 80% de los coches.





Feliz cumple maquinitas!!!


21.03.2011
Hoy a tan solo 28 días de la puesta en funcionamiento de las máquinas para el sistema SUBE, salió una nota en el diario La Nación, edición en papel, que son cada vez más, la cantidad de denuncias de colectivos de líneas que habían instalado el sistema, circulan con el cartelito (no funciona el SUBE).
Esto se debería (hecha la Ley, hecha la Trampa, como reza el refrán tal ves, más argentino), a que con la inclusión de las máquinas, y su creciente número de usuarios, el sistema estaba arrojando números de cantidades de pasajeros, muy por encima de las declaradas por las empresas en pro del cobro de subsidios que el Gobierno Nacional, como indica los boletos impresos, a traves de la secretaria de transporte, les gira a las empresas para mantener el valor de los pasajes urbanos.